Terapia Floral se denomina al sistema terapéutico descrito por el Dr. Edward Bach, que utiliza las esencias florales para armonizar emociones y bloqueos energéticos. Ha sido reconocida desde 1976 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un sistema que puede ser utilizado en forma eficaz, fácil y segura sin efectos secundarios, desagradables y/o tóxicos.
Este sistema terapéutico está incluido dentro de las llamadas Medicinas Vibracionales o Bioenergéticas junto con la cromoterapia, gemoterapia y la musicoterapia entre otras. Todos estos sistemas, junto con otros como la acupuntura, la homotoxicología, las reflexoterapias, conforman el gran grupo de Medicinas Complementarias.
Las esencias florales son preparados vibracionales que conservan la cualidad energética única de una flor determinada. La flor tiene las características de una antena de energía que recibe las energías del cosmos (del sol) a través del aire y las energías de la tierra (por el tallo y la raíz). La flor recibe dos tipos de energía (Yin-Yang) de su unión y equilibrio mantiene una energía propia con características individuales que pueden ser transferidas al agua en el método de preparación de la esencia. Las esencias florales constituyen medios de transformación de los seres humanos al permitirnos incorporar cualidades armónicas a nuestro ser, que se convierten en facilitadores de nuestro crecimiento personal integral.
La esencia floral actúa gracias a su caracter vibracional. Al entrar en contacto con el campo energético del usuario se manifiesta y en la armonización de sus estados emocionales y físicos.
La esencia floral es un campo energético sutil, mantenido en una alcoholatura que colocado en el campo energético sutil de otro ser vivo actúa por resonancia vibracional armonizándolo.
La esencia floral trabaja en forma sutil, incorporando una cualidad al campo energético del ser que la necesita y produciendo en la mayoría de los casos un efecto silencioso.
Las personas después de un tiempo de tomar la esencia floral refieren no haber sentido efectos importantes atribuibles a la flor, sin embargo si se les interroga sobre síntomas o estados emocionales alterados que se encontraban previos a la toma de la flor, evidencian que lo han cambiado. No suelen saber cuándo ocurrió tal hecho, ni bajo qué circunstancias y por tal motivo no lo atribuyen a la acción floral. De todas maneras, el trabajo con esencias no descarta la acción de la psicoterapia o el trabajo personal con afirmaciones, meditación, etc. sino que es un medio de potenciación muy eficaz de los resultados obtenidos a través de otras terapias.
Las Esencias Florales son útiles en la infancia, niñez, pubertad, embarazo, parto, tercera edad, proceso de muerte, trastornos mentales, desordenes emocionales, enfermedades de cualquier estilo. Asimismo en terapias ocupacionales, fisioterapia, logopedia, etc.; también en el desarrollo de aptitudes o cualidades, como en el caso de deportistas y artistas; para un despertar de conciencia espiritual más armónico o para acceder a estados de conciencia superiores; en momentos trascendentales de la vida como son los cambios, la toma de decisiones, los duelos, los rompimientos afectivos, etc. ; para la práctica veterinaria en todos los niveles y para los cultivos.
Sus orígenes se remontan a la antigua China. De occidente sólo hay breves menciones en los relatos sobre los antiguos filósofos como Platón, Sócrates, quienes en sus días de meditación buscaban en el rocío que estaba sobre el pétalo de las flores, alivio para los estados emocionales en desequilibrio. Pero solo en nuestro siglo, el doctor Edward Bach organizó y constituyó un nuevo sistema terapéutico, fundamento de las esencias de flores. Ha sido empleada desde su creación hasta nuestros días en Inglaterra y algunos países de Europa (España, Francia, Alemania, Polonia, etc.) expandiéndose en la actualidad a todo el orbe.